Todos los temas compuestos por Fernando G. Excepto en tracks 1, 2, 3 & 6: Música por Fernando G. / Letra por Marina Lezama, track 9: Música por Fernando G./ Letra por Luxx Noise.
Producido por Fernando G. & Luxx Noise
Grabado, mezclado & co-producido por Estanislao López
Grabado en Estudio Pirámide, MCL Records, Caja de Ruidos & Solarus
Asistente de grabación (MCL): Agustín Baldassarre
Mezclado en Estudio Pirámide & Caja de Ruidos
Masterizado en Puro Mastering por Diego Guerrero
Arte & Diseño: Marina Lezama
Fotos: Fer Cenzabella
Músicos invitados:
Néstor Fernández: Guit & Loops en 1
Gabriel Ojeda Jr: Guit acústica en 6
Estanislao López: Programaciones, Loops, Bajo en 11
Desde que Asalto al Parque Zoológico irrumpió en la escena under de Buenos Aires en 2008, la húmeda Gran Capital del Río De La Plata sumó un ítem a lo que sería su banda sonora ideal. Es llamativo lo bien que le queda el sonido de la banda al carácter de la ciudad. Como si una nube eléctrica copara sus cielos y se abriese casi sin darse cuenta para dar incisivos rayos de sol que dibujan a la perfección la ecuación del dream pop. Pero estilísticamente no queda ahí la propuesta del quinteto: no sería lo mismo sin el ruidismo elegante del shoegaze y el temple brioso del punk rock de la escuela de Sonic Youth, que asoma de algún modo extraño pero definido, como queriendo despertar de una siesta de resaca, con aquel rayo de sol dándote justo en los ojos.
Hexadecimal (Casa Del Puente Discos, 2014), su nuevo disco -que precede al EP APZOO (Black Fish, 2011), editado con gran éxito también en Japón, cuenta también con críticas favorables en Reino Unido, EEUU, Brasil, Perú y Rusia- resume todo este combo sonoro y visual. Porque sí, la de APZOO es música de imágenes.
La experimentación y el pop en un punto de acuerdo exacto y concreto. El brillo opaco, la luz tenue y la imagen desencajada, fuera de foco gracias a las envolventes atmósferas guitarreras, son la seña particular de temas como “Sonnen”, “Loselovehandles” y “Hexadecimal”.
En Hexadecimal el ensamble instrumental está tan logrado que es difícil descifrar cuantos músicos están sonando en este disco, lo que está claro es que, sean los que sean, están sonando (y soñando) a lo grande.